Cada frase de una canción se vive de diferente manera. Hay canciones alegres, tristes y hay otras en las que te metes tanto en ella que cierras los ojos para que llegue esa letra y esa dulce voz al fondo de tus oidos y que se te pare el tiempo por minutos.
Canciones cuyas letras te hacen soñar con cosas increíbles, que hacen que te ilusiones. Y las que a mí mas me gustan son aquellas que te hacen recordar. Recordar todo aquello bonito que vives con la persona que tienes a tu lado, recordad momentos, situaciones en las que desearias que volvieran a pasar, gente que te encantaría que volvieras a tener más cerca.
Pero sobre todo esos momentos de felicidad que uno tiene al cabo de su vida. Unas horas, unos días, unos meses que han hecho que toda tu vida diera un giro de 180º y que se vuelva todo un mundo lleno de rosas.
Son canciones, si, pero esos momentos del día en los que te ilusionas por algo y crees tenerlo es uno de los mejores momentos que puedo tener, aunque después te despiertas y vuelvas a la realidad.
Me encantaría vivir en una de esas canciones que te hacen mejorar como persona, valorar todo lo que tienes a tu alrededor y ser uno mismo, dejarse querer y querer a la vez. Deslizarse por cada renglón, volar sobre la voz, disfrutar y esperar a que no ponga fin esa canción.
Quiero y deseo vivir en una de ellas, que cierra los ojos por la calle y que escuche el susurro de esas canciones que me harían ver mi dia a dia de la manera que deseo, de la manera más pacífica que uno quisiera tener, con esos pensamientos e ilusiones que tengo y que mi vida sea como una canción.
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